El año 2008 fue un año de retos para la Unión Europea y sus socios en desarrollo en todo el mundo. La fuerte subida de los precios de los alimentos y la energía y la crisis financiera mundial pusieron a prueba la capacidad de la UE para respetar los compromisos asumidos en materia de ayudas y atender las nuevas necesidades. La Comisión Europea reaccionó con rapidez con el fin de reducir la repercusión de los elevados precios de los alimentos en los países pobres. La Unión Europea demostró su fiabilidad creando, a finales de diciembre y con cargo al presupuesto comunitario, un mecanismo sobre productos alimenticios dotado con 1 000 millones EUR para el periodo 2008-2010. En paralelo, la Comisión aumentó en 140 millones EUR el presupuesto destinado a la ayuda alimentaria humanitaria de la reserva para ayudas de urgencia y reasignó fondos destinados a la seguridad alimentaria en favor de las poblaciones más vulnerables. Además, movilizó 200 millones EUR de la reserva no asignada en el marco del 10=BA Fondo Europeo de Desarrollo (FED). La Comisión se comprometió asimismo a aumentar (caso por caso) la ayuda macrofinanciera concedida a los países necesitados. A pesar de la crisis económica, la UE y los Estados miembros reiteraron su compromiso de aumentar la ayuda al desarrollo durante los próximos años. Ofrecer una respuesta flexible y eficaz a medida que evolucione la situación seguirá constituyendo un objetivo primordial en 2009.
Una dimensión realmente mundial
El carácter mundial de las políticas exteriores de la UE quedó claramente de manifiesto en 2008, a medida que la UE profundizaba en sus relaciones con distintos socios de todo el mundo y buscaba su colaboración en relación con cuestiones de interés mundial como el clima y la energía, la liberalización del comercio y la consecución, de aquí a 2015, de los Objetivos de Desarrollo del Milenio establecidos en 2000.
Durante la cumbre celebrada en Lima en mayo, la UE sentó las nuevas bases de sus relaciones con América Latina. Los dirigentes de ambas partes adoptaron un programa conjunto de actuación centrado en dos ámbitos: la cohesión social y el desarrollo sostenible. En julio tuvo lugar la primera cumbre con Sudáfrica. En agosto, Georgia pasó repentinamente a ocupar el primer plano debido al conflicto con Rusia. La Comisión constituyó rápidamente un programa de tres años dotado con 500 millones EUR y antes de que acabara el año liberó un primer pago de 60 millones EUR para los desplazados internos.
En 2008 la UE centró gran parte de su atención en los países vecinos de Europa Oriental y la cuenca mediterránea. En julio instauró la Unión por el Mediterráneo con sus socios del sur y, en diciembre, la Comisión propuso una nueva Asociación Oriental para sus vecinos del este. Las negociaciones sobre un nuevo acuerdo de asociación con Rusia, paralizadas por la UE a raíz del conflicto con Georgia, se reanudaron en la cumbre celebrada por Rusia y la UE en noviembre. Durante 2008, la UE concedió a los palestinos ayuda por valor de 498 millones EUR, esencialmente para sufragar los gastos de funcionamiento de la Autoridad Palestina y apoyar el plan de reforma y desarrollo palestino.
A lo largo del año, la UE y sus socios africanos comenzaron a trabajar en las ocho asociaciones temáticas que forman parte de la ambiciosa estrategia conjunta adoptada en la cumbre de Lisboa de diciembre de 2007. Ambas partes intensificaron también su diálogo sobre cuestiones de dimensión mundial, como el impacto de la crisis financiera, el cambio climático y la gobernanza en las instituciones internacionales. El incremento de la presencia de China en África incitó a la Comisión a formular propuestas de cooperación trilateral, UE-China-África, con el fin de buscar soluciones conjuntas para los retos compartidos.
La Comisión instó a los socios de ACP (África, el Caribe y el Pacífico) a aumentar su cooperación regional e integración económica para impulsar el crecimiento, el comercio y el desarrollo. Centró sus esfuerzos en las negociaciones relativas a la celebración de acuerdos regionales de asociación económica con grupos de países subsaharianos y con países ACP del Caribe y del Pacífico. En el marco del componente regional del nuevo FED también se asignó ayuda a los países ACP, por ejemplo una contribución de 300 millones EUR destinada al Fondo de Apoyo a la Paz para África, apoyo en favor de las instituciones del grupo ACP y apoyo en favor del Fondo Mundial contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria.
A lo largo del año, la Comisión prosiguió la labor desarrollada para celebrar acuerdos formales con los socios estratégicos de Asia, China y la India, así como con Corea del Sur y con miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). La ayuda concedida a esta agrupación de países guarda relación esencialmente con su labor de integración, como se describe en el proyecto de comunidad económica de la ASEAN, y se inspira en la experiencia acumulada en Europa en relación con las herramientas de integración regional, como las estadísticas, las aduanas y las normas comunes. La Comisión desarrolló también negociaciones para la firma de acuerdos globales de asociación (diálogo político, cooperación al desarrollo y régimen comercial preferencial) con la Comunidad Andina y con América Central.